domingo, 25 de julio de 2010

La Belleza del Egoísta


Hoy escribiré inspirado en un magnífico libro que estoy leyendo, llamado "El libro del hombre del gran Osho. Con este libro he tenido los mejores "orgasmos intelectuales" de mi vida.

El amor es algo necesario para la permanencia del ser humano en este mundo. De él nos alimentamos, por él luchamos y por él morimos. Por él, libramos guerras entre nosotros mismos y por él alcanzamos el Nirvana de la felicidad y el éxtasis. Pero me he percatado en mi entorno, que ese amor está siendo mal direccionado hacia todos lados, menos hacia uno mismo.

Nos enseñan en la escuela que debemos respetar a nuestros Padres, a nuestros hermanitos y a nuestros profesores; ¿pero nos dicen que nos repetemos a nosotros mismos? Nos hablan en la Iglesia que debemos amar al prójimo como a tí mismo, pero te enseñan a ser un mendigo y a dejarte siempre de último. La palabra Egoísta, que causa molestia en muchos, es penada por nuestra sociedad. Al parecer ser Egoísta es carecer de amor al mundo, yo digo que no, ser Egoísta es amarte primero a tí antes de amar el mundo, eso es lo natural.

Nacemos como verdaderos emperadores, somos como dice Osho una "tabla rasa", sin nada escrito. Nacemos rebosados de amor a nosotros mismos y al mundo. ¿no han visto a los bebés ya grandecitos que se acercan a besarte sin ningún motivo? Lo hacen porque les es innato, nadie los obliga, y eso es porque se quieren a sí mismos y no son un "deber ser", simplemente son un "ser". Vamos creciendo y nos van quitando el amor a nosotros mismos. Debemos amar a nuestros Padres, a nuestra familia, a Dios, al "prójimo" y quién sabe a cuantas personas más en el camino. Empiezan a hablarnos del "sacrificio", cuantas veces nuestros Padres no nos dijeron : "Debes sacrificarte para lograr tus metas, así sea posponer lo que quieres hacer" ¡Nojoda! Que fea me parece esa palabra "Sacrificio", me dicen que sacrifique lo que quiero hacer por lo que debo hacer, eso me parece anti natural.

Logré escuchar como una Madre le decía a sus hijos todo lo que ella había sacrificado por ellos y ahora ellos deben ser todo lo que ella nunca fue. Que triste. Ella nunca se amó lo suficiente y les pide a sus hijos que la amen y la honren. Les está diciendo que no se amen y hagan lo que quieran, sino que la llenen del amor que ella misma nunca se dió. Cada generación le está haciendo perder a la siguiente el amor por sí mismo, es realmente triste. Si tu no te amas a tí mismo, si no eres primero egoísta, si no haces lo que de verdad quieres hacer, no puedes amar a nadie. Estás vacío y siempre buscarás a alguien que te llene ese vacío. La otra persona también estará vacía, la convivenvia será un infierno. Yo pienso que es la razón del fracaso de miles de matrimonios, ambos buscan ser amados, pero ninguno tiene la capacidad de amar. Ámate a tí mismo, tómate un tiempo para hacer lo que te dé la gana, estudia lo que quieras, viaja cuanto quieras, ama cada centímetro de tí. Sólo cuando estes lleno de amor por tí, podrás amar. Entonces amar no será una obligación, será una necesidad, un gozo, una celebración. La persona llena de amor, es felíz de compartir. Si todos nos amáramos, el mundo sería un mejor lugar y nadie forzaría a nadie a hacer nada. Todos nos bastaríamos con nosotros mismos.

Ser Egoísta es hermoso. Yo creo en el Altruismo, pero creo que el Egoísmo es el primer paso. Enséñale a tus hijos a amarse a sí mismos y formarás personas de bien y completas. Lánzate a Cuyagua, tómate un Cuba Libre en la arena y siéntete contento de ser tú. El mundo no necesita más Jesucristos que se sacrifiquen por los demás, ya existió uno y fue un ser hermoso y sublime. El mundo necesita que seas tú, por algo te dió el don de la existencia. No lo desperdicies.

Gracias..

domingo, 11 de julio de 2010

El reflejo en el Espejo..


Estos últimos días han sido unos de los más reflexivos que he tenido. He reflexionado sobre mi vida, mis amores, mi carrera, mis fallas y virtudes. ¿Saben de esos ataques depresivos que te obligan con pistola en la cabeza a replantearte todo? Bueno, algo así.
Me hallé perdido en mis errores, en las consecuencias de ellos, en un "estancamiento" que sentí que estaba inmerso. Sentí que mi vida estaba llegando a un punto de esos que definen el resto de tu existencia, pues sentía que lo estaba haciendo todo mal y nada estaba saliendo como planeaba. Tenía unos planes de mudarme sólo e irme de casa y tuve que posponerlos por ciertos problemas que debía atender primero en casa con mi Mamá. Y entre otras cosas, me frustré mucho, pues la emoción que sentía por los nuevos cambios por venir ya se estaba esfumando. Me deprimí un poco, así como cuando tienes esa barba dominguera que todo el mundo pide que te quites. Intenté buscar algún indicio de que las cosas cambiarían, de que estaba haciendo lo correcto y aún más importante, de que mi vida tomaba el camino adecuado. Y pues, decidí verme en el espejo...

Primero ví esa barba ya mencionada, poblando todo mi rostro. Observé algunos kilitos de más, culpándome porque se "suponía" que debí comenzar esta semana el Gym. Fino pues, ¡otra cosa que se salió de los planes!
Continué examinándome hasta que llegué a mis ojos.
Me encontré con una mirada fuerte, con unos ojos más oscuros de los que recordaba ver a diario en el espejo del baño. ¡Me impactó! ¡Ya no tenía la mirada de niño!
En lugar de ella, había una de madurez, de experiencia. Una llena de recuerdos y llena de gozos vivídos. Una mirada que albergaba lás más duras y más bellas situaciones. Una mirada que dejaba entrever a un muchacho bastante crecido ya y que ya pisa los veintes. Ya no estaba el niño inseguro, se había marchado.. Allí me dí cuenta.
He crecido y madurado tanto, que tuve la valentía de detener los planes más importantes de mi vida, por problemas que a la larga los dañarían. No fué que las cosas estaban marchando mal, ¡no vale!, más bien estoy en pleno y absoluto control de mi existencia. Me dí cuenta de que, por primera vez en mucho tiempo, era totalmente responsable de mi vida.
Muchas veces gastamos los días quejándonos porque nuestros planes no salen como queremos. Pero es importante reconocer que la vida es lo que nosotros queremos que sea, que nuestras decisiones reflejan nuestro crecimiento como personas y por algo las tomamos. Nunca te arrepientas de ellas, pues complementan con sus altos y bajos, lo que eres como persona.

Yo ví y descubrí grandes cosas al verme en el espejo.. Mi reflejo me contó muchas historias olvidadas y acciones escondidas. Y a tí, ¿Qué te dice el tuyo?